Todo lo de antes era mejor: Los móviles, las lavadoras, los frigoríficos, las secadoras, los anime, las consolas, los televisores… y también los coches. Antes el término «obsolencia programada» era una frase desconocida para nosotros -3-
Sinceramente el blanco o el negro nunca es bueno, para tratar de no usar esas dos coletillas como sentencia dictatorial, debemos ser conscientes de que las cosas en verdad han ido mejorando con estos tiempos a la par de que también se vuelven más complejas. ¿O las vuelven más complejas para que tengan más facilidad para estropearse?
Es cierto que las marcas no viven de productos eternos y si sacan uno muy bueno que dure no eternamente pero que no se estropeé, puede pasar que ese cliente esté diez años o más sin comprar nada… o puede suceder que ese cliente hable bien de ese producto y decante la compra a sus allegados. Pero claro puede pasar que de cada mil unidades, si salga una defectuosa, y te toque a ti y digas iracundo que te han colocado un producto malísimo y hasta te enfades con ese familiar o allegado por recomendarte algo así y te haga enojar más con esa frase lapidaria que te dicen, «pues a mí me ha salido bueno :V»
Yo en lo personal no sé que me sucede pero muy pocas cosas me perduran en el tiempo y sufren más tarde o temprano de una merma o de una avería de tal forma que me sería más fácil hablar de lo que no se me ha estropeado de lo que sí. Hasta mi Peugeot 406 le ha pasado de todas las averías reconocidas -3-.
Si amigos, aquí llegamos al meollo de la cuestión, los coches, posiblemente el artículo más complejo que en la actualidad podemos adquirir. En él están todas o casi todas las facetas que el ser humano tecnológicamente ha ido ideando a lo largo de todas estás últimas 15 décadas. Tiene textil (los asientos), tiene metalurgia (el chasis del vehículo), tiene compuestos químicos (el anticongelante y el ácido de las baterías), tiene electrónica (sensores de temperatura de refrigerante del motor), tiene electricidad (la alimentación de alto amperaje que hace moverse el motor de arranque)… y eso hace que vaya ganando el usuario comodidad pero también complejidad de funcionamiento, y quizás ampliar el factor porcentual de que algo pueda fallar.
No os llevéis a equívocos, los coches de antes también se estropeaban, no te llevaban tan lejos como los de ahora, ni eran tan cómodos, seguros y eficientes. Y sobre todo no miraban tanto por el aire que respiramos como los de ahora.
Es ese último campo quizás el más conflictivo de todos, digamos que de todo cuanto trae tu coche puede ser el 30% de lo que deba preocuparte a la hora de adquirir uno. Y ya es bastante.
El problema ya no es ese, sino que todo esto va cambiando y mejorando conforme avanza el tiempo y se mejoran los sistemas, de tal manera que quizás lo que yo os vaya a contar ahora ni sirva para dentro de un mes así que por favor, mentalizados que todo cuanto os voy a contar abarca un abanico temporal digamos desde 1995 hasta 2015 o así.
El «otro» 30% que debería preocuparos en la adquisición de vuestro coche es que mantenimiento lleva y si ese coche quizás de segunda mano ya ha pasado por todas las «operaciones preventivas» que debería pasar. Esto de operaciones preventivas es la terminología que empleaba el grupo Peugeot para lo que se conoce en la amplia mayoría de marcas como «campañas». Dentro de un mismo modelo de coche el fabricante, a lo largo de toda la temporada que lo fabrica, recibe el feedback de los clientes y concesionarios y estudia cual es la avería más recurrente que tiene ese modelo en concreto, y cuando determina que es, introduce los ajustes y las mejoras necesarias en la línea de producción para solventarlos. Entonces todos los coches fabricados entre determinadas fechas se les «llama» a los clientes para que vayan al concesionario para, gratuitamente, hacerle las modificaciones pertinentes. Esto pasa en todas, sin excepción. No por que compres un coche de X marca creyendo que es imbatible porque no es así.
Mi 406 del 2003 tenia varias «operaciones preventivas» y todas sin excepción las ha sufrido, y para colmo de males fuera de garantía del fabricante. Por suerte para mí a la hora de adquirirlo me dieron una nueva garantía, sino habría supuesto cerca de 1200 euros o más solventarlas todas ellas. Otra cosa «buena» que tiene mi coche y que nos hará retomar el primer 30% es la categoría de emisiones en la que se encuentra: la Euro2.
Cuidar del aire de proximidad que respiramos es el objetivo amigable de todo esto que nos vamos a centrar ahora, y para ello, se han estado implementando una suerte de mecanismos en los vehículos para tratar de hacer los gases que emiten lo más próximo a inocuo que se pueda lograr. Hay varios escalafones que van de la mano casi de la tecnología que se ha ido implementando para llegar a los objetivos marcados por las autoridades, hay en la actualidad y hasta el día de hoy 6 niveles, siendo el ultimo el que mas subescalafones tiene.
Los que más «problemas» están dando son también los más complejos y los que más se van acercando al 6. Cada vez se está logrando gases más limpios pero a costa de implementar mecanismos que no se adaptan al final a las necesidades de uso que tenemos con los coches y es donde están viniendo realmente los problemas.
Mi coche por ejemplo siendo Euro2 lo único que tiene es un catalizador antes de la linea de escape habitual que hasta entonces habían estado trayendo todos los vehículos. Un catalizador lo que hace es retener ciertas partículas resultantes de la combustión del vehículo, y esos catalizadores son digamos «tontos», están ahí y solo retienen, no envían ningún tipo de información al módulo central del vehículo, pero si trabajan en unos determinados parámetros que normalmente no los logra porque no se efectúa los trayectos que el ingeniero pensaba harías con él. Los gases necesitan ser filtrados con unas temperaturas altas y como es comprensible, si haces trayectos cortos nunca los alcanzas, lo que genera una acumulación de residuos que puede convertirse en un problema para el usuario si los desconoce. Digamos que se quedan ahí como los mocos de la nariz y si no te limpias frecuentemente, se te monta un atasco y puede que llegues a dejar de respirar. Algo así puede pasarle a tu coche, Normalmente lo que suele ocurrir es, cuando vas a pasar la itv, el técnico pegue un pisotón al vehículo, soltando todos los residuos de golpe y generando un coeficiente de contaminación errático, dando un falso positivo de coche contaminante.
Esto que os he contado sucede también en la practica totalidad de coches y es peor si cabe por que los que vienen ahora dejaron de ser «tontos» para tener comunicación con el módulo central, y también además, llevar sistemas de inyección de soluciones químicas.
El producto químico ha ido mejorando de cara al cliente final, de tal forma que incluso ahora en las gasolineras lo suministran igual que si llenaras combustible. Su nombre comercial es Adblue, seguro que habéis pasado infinidad de veces por delante de ello y no sabíais que era. El otro producto más difícil de manipular que incluso había que llevar el coche al taller se llamaba Eolys, comúnmente llamado por mi vetadine ya que el parecido es abismal.
Ambas soluciones el sistema se encarga de almacenarlas y dosificarlas dentro de unos parámetros, parámetros que nuevamente nosotros quebrantamos pues de nuevo el uso que hacemos no es el que ha ideado el ingeniero. Esto genera a su vez un problema, el desentendimiento por parte del cliente, que se desesperará cuando llegue a ver como su coche entra en modo reducido de funcionamiento, pues el vehículo no cuenta con el nivel necesario de aditivo para realizar las funciones de catalización y limpieza de los gases de escape.
El «problema» ya no es solo este, sino que en si mismo el vehículo ha dejado de ser tonto desde más o menos también la fecha de venta mi coche. Para que todos esos sistemas no se desborden, para que todos esos sistemas sean eficientes y para que el coche en general lo sea más, también se han echo esfuerzos por hacer la motorización todavía más «eficiente» de lo que ya se estaba logrando y esto ha llevado a una estandarización en la capacidad, sobre alimentación, combustible y número de cilindros con el que es fabricado, y si bien puede ser una solución, está generando también otros problemas que no habían antes.
El nuevo estándar de la automoción en cuanto a motores es un motor de pequeña cilindrada, entorno a un litro quizás litro y medio, turborizado y con tres cilindros. Bajo la premisa de que menos cilindros y más pequeños es directamente proporcional a la cantidad de gases a emitir, la idea que en teoría es así, en la practica no lo es tanto, pero que la práctica totalidad de fabricantes están adoptando.
Esta «adopción» está siendo más amplia cuando más nos vamos acercando al 2020, yendo más atrás en el tiempo la mezcolanza de motores de toda la vida de cuatro cilindros que se han ido volviendo más eficientes pero que han ido siendo «amansados» desde la fecha del mio en adelante en pos entre otras cosas, de mantener a raya los gases perjudiciales emitidos. Es muy frecuente y recurrente hablar entre los poseedores de vehículos próximos a la fecha del mío de que tenían mejor respuesta y eran más «potentes» en la practica que los actuales teniendo estos más caballos de potencia que los viejos.
Los fabricantes han encontrado su camino hacia la eficiencia ir eliminando los motores «amansados» y poniendo los que en el argot se conoce por «triciclos», los que he comentado de tres cilindros. Estos motores están pensados muy eficientemente y para el uso medio que les damos a los coches, es posiblemente la mejor solución al la que se podía llegar. Pero nuevamente somos el usuario final el que nos salimos de toda previsión ingenierística y en ocasiones frecuentes, salimos de los rangos pensados, generando a los «triciclos» un estrés de funcionamiento haciéndoles también perder toda esa eficiencia de emisiones de gases prevista y también haciéndoles envejecer más rápido.
Y así es como la industria de la automoción se va defendiendo de todas las restricciones que los gobiernos les van imponiendo, siendo al final el verdadero perjudicado el usuario final. No solo está comprando un vehículo que es cada vez más próximo a una compleja nave intergaláctica sino que también, cada vez somo mas nosotros los que nos tenemos que adaptar a coche y no el coche a nosotros. Y agarraos que viene curvas pues los coches eléctricos están ahí a la vuelta de la esquina. Nos dicen que tienen menos piezas, que no requieren tanto mantenimiento, que son limpios pues no emiten gases a la atmosfera y que podremos recorrer más kilómetros por menos dinero… pero avanzamos a un mundo con servicios prácticos que serán de pago, con vehículos que ni podrás tu mismo hacer el mantenimiento…
Ese último punto, el propio mantenimiento que puedes hacerle tu mismo a tu coche, es con diferencia lo mejor que tienen los coches de mi generación y próximos. Esto poco a poco se ha ido perdiendo conforma han ido pasando los años y en la actualidad incluso para cambiar una lámpara del faro, tengas que llevar a tu centro de confianza. Por otra parte tu coche es tu herramienta, incluso has llegado a aprender mecánica con él, conoces ya sus achaques, su comportamiento, sus límites, sabes cual es la pieza recurrente que da la lata y sobre todo, has adaptado el coche a tu uso. Cuando más se va acercando el coche a la electrificación, más cables de color naranja llamativo irán llevado y menos pondrás meterle mano, no solo tu, sino el taller habitual pues no todos el mundo estará preparado y contara con las personas formadas para efectuar la tareas de mantenimiento y reparación de coches así.
¿Son los coches de antes mejores que los de ahora? La respuesta es no. Lo que se ha vuelto más difícil es encontrar uno que se adapte a tus necesidades y te exige saber más de coches que antes. Antes ibas y solo decías, quiero un TDi dos punto cero de cinco puertas, pero ahora es otra cosa. Debes conocer las limitaciones más que nunca de tu coche, que categoría Euro tiene, que combustible lleva y si tiene electrificación, y conocer los pros y contras que todo ello conlleva. Y con toda esa información, decantarte por un coche en concreto. Investigar la fiabilidad de tu coche también es otro campo de exploración que debes agudizar todavía más y conocer claramente que campañas tiene por hacer y cuales se han efectuado en tu vehículo, y aun con todo puede que le salga otras cosas inesperadas. El mío en concreto es muy dado a desgastar las «camisas» de los inyectores provocando una perdida de compresión y un ruido de motor muy característico fácil de detectar. Yo no puedo hacerle ese arreglo pues no me alcanzan los conocimientos, pero mi taller de confianza si, y el valor de las piezas de recambio no es exagerado.
Hay mucho, muchísimo que contar, podría alargar mucho más la entrada yendo a casos concretos y volcar aún más si cabe toda mi experiencia del sector que tengo, pero prefiero terminar la entrada mencionando el 40% restante que quedaba en el tintero. Y ese 40% restante depende únicamente de nosotros mismos: Por favor, cuidad mucho vuestros coches, sean nuevo, viejos, requeteviejos o sea el mismo troncomovil. Mirad, todo esto que os he contado está muy bien y seguro ahora conocéis cosas que antes no sabíais, pero la solución a esto y en general a este mundo en que nos movemos, no pasa por comprar un coche nuevo o uno electrificado o eléctrico, sino en conocer y cuidar como es debido nuestro coche actual, Este caballo desbocado de sociedad consumista y mil cosas malas más que estamos haciendo no parará nunca, pero como todo cuenta, hasta donde nos lleguen nuestras manos tenemos que hacer el esfuerzo, y tal vez lleguemos a amansarlo un poco.
Espero os haya resultado muy didáctica y entretenida la entrada, un saludo a todos y gracias por leer^^
23 de septiembre de 2020
Por las menciones constantes a los coches actuales y compararlos con los de «antes», por la explicación de mecánica y suspensión, ahí os va este vídeo.